Bloqueo mental que impide que los seres humanos aprendan de sus errores y cómo superarlo
A menudo, se piensa que la mayoría de las personas aprenden de sus errores, pero en realidad, en la mayoría de los casos, no es así. En el artículo se explica que el cerebro crea plantillas y atajos que nos ayudan a tomar decisiones en el mundo real, pero estos atajos, conocidos como heurísticas, también pueden hacernos repetir nuestros errores. El artículo analiza el por qué de esta repetición y cómo superarla.
Se explica que, en general, los seres humanos no somos racionales por naturaleza, aunque nos gustaría creer que lo somos. La sobrecarga de información es agotadora y confusa, por lo que filtramos el ruido. Solo vemos partes del mundo y tendemos a notar cosas que se repiten, lo que nos lleva a preservar la memoria generalizando y recurriendo al tipo. También sacamos conclusiones de datos escasos y usamos atajos cognitivos para crear una versión de la realidad en la que queremos creer.
Este flujo reducido de información entrante nos ayuda a conectar puntos y llenar vacíos con cosas que ya sabemos. Nuestros cerebros son perezosos, y se necesita mucho esfuerzo cognitivo para cambiar los atajos que ya hemos creado. Por lo tanto, es más probable que recurramos a los mismos patrones de comportamiento y acción, incluso cuando somos conscientes de que estamos repitiendo nuestros errores.
El artículo también explica que a veces nos apegamos a ciertos patrones de comportamiento y repetimos nuestros errores debido a un «efecto del ego» que nos obliga a apegarnos a nuestras creencias existentes. Es probable que elijamos selectivamente las estructuras de información y la retroalimentación que nos ayuden a proteger nuestros egos.
Sin embargo, se puede aprender de los errores. En un experimento, los monos y los humanos tuvieron que observar puntos ruidosos y en movimiento en una pantalla y juzgar su dirección neta de movimiento. Los investigadores encontraron que ambos se ralentizaban después de un error. Cuanto mayor fuera el error, mayor era la desaceleración posterior al error, lo que muestra que se está acumulando más información.
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En conclusión, el artículo sugiere que debemos ser conscientes de que nuestros cerebros a menudo nos impiden aprender de nuestros errores y cómo podemos aplicar el control cognitivo para autocorregirnos cuando se trata de cometer errores. Para superar este bloqueo mental, es importante estar dispuesto a cuestionar nuestras creencias y patrones de comportamiento, así como a aceptar la retroalimentación y los errores. Al hacerlo, podemos aprender de nuestros errores y evitar repetirlos en el futuro.
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